viernes, 15 de enero de 2010

ANUNCIOS COMBINADOS CON CONTENIDO EDITORIAL DE INTERES = UN PRODUCTO MAS APRECIADO???

Partiendo de la base de que la calidad del producto es lo mas importante para que un producto tenga exito en el mercado y tomando estos productos como nuestro objetivo hemos estado tratando de descubrir si el combinar contenido editorial de alta calidad en los anuncios de los diferentes productos podria generar una mayor fidelizacion de los productos.
Desde nuestro punto de vista de proveedores de contenido editorial sobre diferentes temas y pensando en la crisis de anunciantes que se ha generado en los periodicos de unos anios a la fecha tenemos la incognita de si combinando un anuncio digamos de un centro de salud con contenido de Mayo Clinic que puede ser de interes para los lectores o posibles clientes, puede generar un mayor interes o atencion en el producto que ofrece dicho contenido. Ofreciendo ademas de la informacion del producto en si un extra para los posibles clientes y clientes existentes.
Esta practica se podria aplicar a casi cualquier tipo de producto: deportes, salud, comida, viajes, negocios, ciencia, tecnologia,etc.
Consideran este modelo de trabajo posible para incrementar la fidelizacion de los clientes ofreciendoles un plus en el servicio con dicho contenido? Creen que este tipo de servicio serviria para elevar aun mas el servicio al cliente?

Su opinion nos interesa.

miércoles, 13 de enero de 2010

UNIENDO LOS PUNTOS TERRORISTAS

martes, 12 de enero de 2010

PRESIDENTE OBAMA: DEFIENDE A LIU XIAOBO

President Obama: Defienda a Liu Xiaobo


Por Wei Jingsheng

Global Viewpoint - Spanish

Wei Jingsheng, uno de los más conocidos activitas de los derechos humanos en China, pasó quince años en la cárcel hasta ser deportado a Estados Unidos. Recibió el premio Robert F. Kennedy por los Derechos Humanos y el Premio Olaf Palme.

WASHINGTON, D.C. - La semana pasada, un reformista conservado en China, Liu Xiaobo, fue sentenciado a once años de cárcel por el gobierno chino por el sólo acto de organizar y firmar una petición, la Carta 08, que pide la reforma política y los derechos humanos básicos que gran parte del mundo ya disfruta.

El mensaje era claro para todos aquellos que buscaban moderación por parte de una nuevamente poderosa China que ahora tiene un prominente lugar en las mesas del gobierno global: ya que ustedes hicieron mucho escándalo por liberar a Liu luego de su arresto, lo castigaremos todavía más severamente. En términos nada inciertos, eso nos deja saber no sólo que no les interesa lo que pensamos, sino que no tenemos qué hacerlo.

Aunque había diplomáticos de Alemania y Australia entre las dos docenas de personas a quienes se permitió observar el "juicio público," el hecho de que no se permitió a nadie de la embajada americana debe leerse como un reto particularmente claro y abierto a Estados Unidos.
Los chinos conocemos íntimamente esta arrogancia autoritaria.
Durante las eras de Mao Zedong y Deng Xiaoping, cuando fui encarcelado por quince años por el "horrible crimen" de pegar un cartel en una pared, el gobierno chino consideró a la opinión pública internacional con esta misma actitud. Si el pueblo chino veía cómo el gobierno abiertamente menospreciaba los intereses de poderosos extranjeros, razonaban los gobernantes del Partido Comunista, verían que no tenían alternativa mas que someterse a la extraordinaria autoridad del gobierno.

Durante la era de Jiang Zemin, hubo algunos cambios. En un esfuerzo por reducir la presión internacional y desarrollar la economía bajo condiciones comerciales favorables de EUA, el régimen chino cedió. Entre otras acciones, se me liberó de la cárcel y fui deportado a EUA. Aquello resultó en una fuerte respuesta de la línea dura del partido a pesar del hecho de que, con el paso de los años, el enorme déficit comercial de América ha sido lo que ha alimentado en gran medida el rápido crecimiento de China.

Ahora que los líderes de China creen que su próspera nación ha emergido como una jugadora en la historia del mundo justo cuando el prestigio de América se ha debilitado por la guerra en Irak y la reciente debacle financiera, la línea dura ha podido ganar la mano alta otra vez.

Sin duda hay algo de verdad en la noción de que su revivida arrogancia se inspira en el papel de China como el principal acreedor de la endeudada América. Seguramente ésta es una de las razones por las que el liderazgo de China siente la libertad de insultar al Presidente Barak Obama, como hizo durante su visita a China, cuando bloquearon la cobertura noticiosa de su discurso, y cuando enviaron a funcionarios de bajo nivel a negociar con él en las pláticas climáticas de Copenhagen hasta el último minuto, cuando el Premier Wen Jiabao finalmente le concedió una audiencia.

La humillación de Obama no fue personal. Sirvió para señalar el poder de China en el escenario mundial. Pero más importantemente, como bajo Mao y Deng, el enfrentarse a la superpotencia americana pretende detener la oposición internacional y maniobrar al inquieto público chino hacia la subservilidad bajo una dictadura monopartidista. Esto es particularmente crítico pues una mayor democracia en China expondría sus propios problemas económicos.

Cómo responda el presidente Obama a este reto no es sólo cuestión de su propio honor y posición; es cuestión de defender el sistema de calores democráticos de occidente frente a un reto por el liderazgo ideológico del siglo 21.

El caso de Liu Xiaobo presenta una oportunidad para que Obama no quede en vergüenza y enfrente a la extraordinaria arrogancia de la línea dura. Al apelarse al caso de Liu en una corte superior, EUA y el resto de occidente deben insistir en que se suspenda esa sentencia. Una postura así de fuerte debilitará a la línea dura y fortalecerá las voces de la reforma pacífica dentro de China. Si EUA no presiona, la línea dura seguirá teniendo consecuencias negativas en todo el espectro de cuestiones, desde el comercio y la valuación de la divisa hasta la seguridad global y el cambio climático.

EUA puede deber muchísimo a China, pero tiene una deuda más grande con sus principios fundadores de libertad y derechos humanos. Si occidente, encabezado por Estados Unidos, no sirve como contrabalance para el nuevo poderío de China en el orden mundial, ¿quién lo hará?


(c) 2009 GLOBAL VIEWPOINT NETWORK/TRIBUNE MEDIA SERVICES

MIRANDO HACIA COPENHAGEN: EL CONVENIO DE LOS EMISORES GLOBALES RECONOCIOUNA REALIDAD GEOPOLITICA

Mirando hacia Copenhagen: el Convenio de los Emisores Globales Reconoci? una Realidad Geopol?tica

Por Anthony Giddens
Global Viewpoint - Spanish

Anthony Giddens, exdirector de la Escuela de Econom?a de Londres, es miembro de la Casa de Lords. Su ?ltimo libro es "The Politics of Climate Change" ("La Pol?tica del Cambio Clim?tico")

LONDRES - A?n si degener? en pleito, la reuni?n sobre el cambio clim?tico realizada en Copenhagen en diciembre conform? uno de los eventos clave de 2009. Se supon?a que deb?an establecer un "convenio global" al cual se sumar?an los pa?ses participantes. No ocurri?. El "Acuerdo de Copenhagen" -- una breve declaraci?n de principios y compromisos, producido por un peque?o grupo de estados -- fue el ?nico resultado tangible de las negociaciones.

Dos principales respuestas vienen de los comentaristas en la v?spera inmediata. Algunos discuten tras la l?nea de: "bueno, es mucho menos de lo que esper?bamos pero tenemos que buscar lo positivo y aprovechar lo mejor de una mala tarea." Otros -- la gran mayor?a -- declararon el resultado como una cat?strofe.

Mi reacci?n es diferente de estas dos. Es que el mundo pudiera inadvertidamente haberse tropezado con la forma m?s probable de comenzar a detener el cambio clim?tico en vez de hablar incansablemente de hacerlo. No es una ruta que necesariamente comandar? la aprobaci?n general, y la ONU en cierto grado queda al margen. Pero lleva promesa, porque reconoce realidades geopol?ticas centrales y funciona con en vez de en contra de ellas.

Los pa?ses que se reunieron para establecer el acuerdo fueron Estados Unidos, China, India, Brasil y Sud?frica. Dejando a un lado a Sud?frica, analice a los otros. Son las tres m?s grandes bestias del mundo en desarrollo en t?rminos de emisiones de gases de invernadero, adem?s del pa?s industrializado m?s contaminante del mundo, Estados Unidos. Una diversidad de otros estados ha indicado voluntad de sumarse.

Tenemos que innovar las relaciones internacionales en este momento si hemos de tener ?xito en el enfrentamiento al cambio clim?tico y sostener el aumento promedio de temperatura global en 2 grados Celsius. El acuerdo es apenas un principio, pero sobre el que puede trabajarse y en principio mucho m?s r?pidamente que lo que hubiera sido posible dentro del torpe escenario que se vio en Copenhagen. Si se puede dar al acuerdo una forma robusta, y en corto, podr?a ayudar a romper las actuales barreras en las que cada naci?n o grupo de naciones espera que las dem?s tomen la delantera.

Mucho depender? de cu?n s?lidas y pr?cticas sean las propuestas que, seg?n los t?rminos del acuerdo, presentar?n los pa?ses antes del 31 de enero para reducir las tasas de emisiones. Los planes deben ser plausibles y robustos y no s?lo una lista de deseos.

Con toda la ret?rica, la mayor?a han logrado muy poco hasta ahora -- el resto del mundo tiene raz?n al no estar impresionado. En la misma fecha, se requerir? a los pa?ses en desarrollo que deseen aceptar el acuerdo que fortalezcan sus planes para reducir sus propias emisiones. Por primera vez, se establecer? alguna especie de mecanismo de sanciones. La acci?n propuesta en los pa?ses en desarrollo que se pagar? con dinero de los m?s ricos recibir? monitoreo internacional.

?Qu? clase de marco podr?a emerger de todo esto al corto y mediano plazo? ?Significar? que los m?s peque?os y pobres pa?ses del mundo sufrir?n mientras los m?s grandes progresan por cuenta propia? No creo que necesariamente ser? as?, cuando menos si la arquitectura general es la correcta, y si se organizan para representar sus preocupaciones espec?ficas.

Lo qu? pas? con la Organizaci?n Mundial del Comercio, que ha seguid una especie de v?a paralela, puede proveer sugerencias muy ?tiles. Anticipando lo que ocurrir?a en Copenhagen, desarroll? una serie de propuestas en las mismas l?neas de mi libro, "La Pol?tica del Cambio Clim?tico," publicado hace nueve meses. El fracaso en la conclusi?n de un conjunto universal de acuerdos comerciales ha propiciado una variedad de nuevas medidas y nuevas organizaciones. La diversidad misma de los grupos y regiones involucradas ha demostrado ser tanto una fuente de fuerza como de debilidad. Lo mismo podr?a ser en el caso del cambio clim?tico.

Si se elabora exitosamente en el curso de los pr?ximos meses, el acuerdo podr?a proveer un ancla, pero necesitaremos adicionalmente acuerdos bilaterales y regionales y -- s?, -- "coalici?n de voluntades." Estados Unidos y China deben continuar negociando bilateralmente, independientemente de los acuerdos m?s generales a los que se comprometan.

Vamos a suponer que 190 pa?ses hubieran alcanzado un consenso en Copenhagen, pero que los dos que no fueran Estados Unidos y China. El marco de trabajo acordado no habr?a sido de mucho valor, ya que estos dos pa?ses contribuyen m?s del 40% de las emisiones totales de gases de invernadero. Mucho mejor, ser?a, comenzar con estas dos naciones, junto con los otros grandes pa?ses emisores, y asegurarse de que est?n preparados a trabajar entre s? de una manera seria y comprometida.

Debe haber un G3 por igual. La Comunidad Europea se encontr? relegada en Copenhagen -- una consecuencia de su antiguo problema de que no habla con una sola voz, y no pod?a mantener el ritmo de la r?pida toma de decisiones que deb?a ocurrir hacia el final de las negociaciones para obtener algo de ellas del todo.

Pero Cobn 550 millones de habitantes, tiene que tener una clave y ojala un papel de vanguardia. Los iniciadores del acuerdo sacaron la vuelta a la nada sana divisi?n que se ha presentado entre los pa?ses desarrollados y en desarrollo, en la que cada uno es visto como un bloque homog?neo; este ?nfasis debe continuar.

Los 20 m?s grandes contaminadores (entre quienes se incluyen varias grandes naciones en desarrollo) han contribuido casi el 90% de las emisiones totales desde inicios de la era industrial, deber?an reunirse tambi?n regularmente.

Podr?an pensarse muchas nuevas direcciones. Hay peligros obvios en un enfoque que no se concentra en hacer que todas las naciones firmen una plantilla com?n. Pero en estos momentos, no hay alternativa en caso alguno. Tal ?nfasis no se?ala el final del multilateralismo, ya que se necesitar? iniciar y avanzar muchas formas de cooperaci?n.

(c) 2010 GLOBAL VIEWPOINT NETWORK/TRIBUNE MEDIA SERVICES

lunes, 11 de enero de 2010

Frase del Dia

Genio es aquel que en todo instante sabe plasmar en hechos sus pensamientos.
Theophile Gautier